19/1/2015.- La Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) inicia una campaña de envío de correos denunciando el contrato de patrocinio al club Atlético de Madrid por parte de la empresa israelí Plus500. Visita boicotisrael.net/AtletiJuegoLimpio.
Plus500 representa y fomenta los intereses económicos del Estado de Israel. Según Gal Haber, uno de sus directores, se trata de “puro patriotismo”, “Plus500 es una muy buena compañía para la economía de Israel”. Puro patriotismo hacia un Estado que mantiene desde hace más de setenta años una ocupación militar y somete a la población palestina a un régimen de apartheid en el que las violaciones de Derechos Humanos son constantes.
El mundo del deporte palestino no es ajeno a esta situación. Los y las deportistas palestinas ven restringida de forma rutinaria y sistemática todas sus libertades fundamentales. Recientemente Israel ha prohibido viajar a Sameh Marabah, futbolista de la selección palestina, a la Copa Asiática que se está disputando en Australia. “Una decisión contraria a todas las convenciones y leyes internacionales, que garantizan la libertad de movimiento de todos los jugadores”, declaró la Federación de Fútbol de Palestina.
Jawhar y Adam, dos jóvenes palestinos de 19 y 17 años, no podrán volver a jugar al fútbol tras los disparos a las piernas por parte de soldados israelíes en un checkpoint mientras volvían a sus casas de un entrenamiento de fútbol. Peor suerte corrió Nadeem Nowarrah, un palestino de 17 años aficionado al baloncesto, que murió tras recibir cinco disparos cuando participaba en una manifestación en Ramallah; o la leyenda del fútbol palestino Ahed Zaqout, de 49, sepultado bajo las bombas israelíes mientras dormía en su casa en Gaza.
Las instalaciones deportivas palestinas han sido blanco habitual de ataques militares israelíes. Según la FIFA, “el 70% de las infraestructuras deportivas de Gaza quedaron destruidas” durante los 52 días de ataques del verano de 2014, que costaron la vida a más de 2.300 personas, incluyendo más de 500 niñas y niños palestinos. En 2012, la sede del Comité Nacional Paralímpico y el Estadio Nacional de Gaza fueron destruidos bajo artillería israelí; y en noviembre de 2014 soldados armados llevaron a cabo una redada en las oficinas centrales de la Federación de Fútbol de Palestina cerca de Ramallah. Los patios escolares, parques infantiles y lugares de recreo tampoco se han librado de esta violencia, como demuestra el ataque intencionado a cuatros niños de la familia Baker que jugaban al fútbol en una playa de Gaza.
Ante este tipo de ataques, grandes personalidades del deporte, profesionales y aficiones de todo el mundo han alzado su voz. Uno de los casos más conocidos es el del jugador de la selección nacional palestina Mahmoud Sarsak, que estuvo detenido durante tres años sin cargos ni juicio. Tras 101 días de huelga de hambre, que casi le cuesta la vida, y una gran protesta internacional con el apoyo de importantes figuras como Eric Cantona, Frédéric Kanouté, Abou Diaby o Lilian Thuram, consiguió que las autoridades israelíes le liberaran.
Con la campaña Tarjeta Roja al Racismo Israelí se consiguió una movilización internacional pidiendo a la UEFA y su presidente, Michel Platini, que reconsiderara la decisión de celebrar el campeonato masculino de fútbol Sub21 en Israel. En septiembre de 2014, la UEFA rechazó la candidatura israelí para albergar partidos de la Eurocopa de 2020 tras una movilización internacional en la que participaron equipos, ONG y activistas tanto de Palestina como de países europeos. Como declaró en 2010 Platini, “Israel tiene que escoger entre permitir que el deporte palestino se desarrolle y florezca o enfrentarse a las consecuencias de su comportamiento actual”, y en este sentido cabe destacar que la petición para que la FIFA suspenda la afiliación de la Asociación de Fútbol de Israel lleva recogidas más de 18.000 firmas.
Esta lucha por la justicia universal se enmarca dentro del movimiento global, no violento y antirracista de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), que la sociedad civil palestina lanzó en 2005 inspirada en el movimiento antiapartheid de Sudáfrica, en cuya victoria el boicot deportivo jugó un papel decisivo.
El acuerdo de financiación con Plus500 llega en un contexto en el que el Club Atlético de Madrid está tristemente en portada por hechos que nada tienen que ver con la visión y los valores del juego limpio. Pilares como la deportividad y el antirracismo son los que constituyen las bases del fútbol en el que creemos tanto aficionados como profesionales. En estos valores no cabe la Ocupación ni el Apartheid israelí.
Solicita al Atleti que se mantenga al lado del juego limpio y anule el acuerdo con la empresa Plus500:
Visita https://oiga.me/campaigns/atleti-juego-limpio-di-no-al-patrocinio-de-la-empresa-israeli-plus500, si lo haces desde un móvil o tablet, elige la opción de confiar en la fuente para acceder a la página.
Firma la petición y escribe al Atlético de Madrid pidiéndole que cancele el patrocinio de Plus500. Esta empresa representa y fomenta los intereses económicos del Estado de Israel, que mantiene una ocupación militar y somete a la población palestina a un régimen de apartheid: ¡#AtletiJuegoLimpio!