26/2/2015.- Basta con caminar algunos minutos entre las ruinas del barrio de Shuyaiyah, en el norte de la Franja de Gaza, para darse cuenta de que poco o nada ha cambiado desde el 26 de agosto pasado, cuando entró en vigor un alto el fuego entre Israel y el movimiento islamista Hamas, que dura hasta hoy.
Seis meses después, decenas de familias viven entre las ruinas de sus casas, donde no hay puertas ni ventanas para desafiar el frío del invierno; los chicos corretean entre las montañas de piedras y las tuberías reventadas, y los más mayores, silenciosos, toman té con menta rodeados de escombros.