El velero Estelle de la Flotilla de la Libertad comenzó su andadura hace más de tres meses, contando con el apoyo de miles de ciudadanos y ciudadanas que donaron pequeñas cantidades de dinero que hicieron posible comprar este bonito velero para navegar rumbo a Gaza. Nuestras defensas eran la Resolución 242 de las Naciones Unidas, la Ley Marítima Internacional y la Declaración de los Derechos Humanos. Nada tan básico como esto, pero tampoco más necesario.
En la mañana del 20 de octubre, el Estelle fue violentamente asaltado por fuerzas militares israelíes en aguas internacionales. El Estelle estaba cerca de su destino, apenas a 30 millas de Gaza. Un viaje de más de 5.000 millas marítimas a lo largo de Europa acabó en una clara violación de las leyes internacionales y de los derechos humanos en lo que constituye un acto de piratería en alta mar en toda regla llevado a cabo por un ejército que actúa con impunidad fuera de sus fronteras. En Gaza estaban esperando representantes de ONG y organizaciones de derechos humanos, así como un grupo de palestinos y palestinas. No se sorprendieron de que finalmente sucedieran esos hechos. Pero ellas y ellos todavía esperan al Estelle y la carga que lleva para ellos.
A bordo del Estelle iban 30 pasajeros y pasajeras empeñados en desafiar el ilegal e ilegítimo bloqueo de la Franja de Gaza, impuesto por Israel desde 2007. Este grupo, que representaba a la sociedad civil internacional, estaba compuesto por gente de varios países: Canadá, Finlandia, Grecia, Israel, Italia, Noruega, Estado Español y Suecia. Viajaban cinco miembros de cuatro parlamentos nacionales de Europa, una periodista y un ex parlamentario canadiense.
Esta es la lista total de pasajeros y pasajeras:
- − Ricardo Sixto, Estado Español. Parlamentario − Aksel Hagen, Noruega. Parlamentario − Sven Britton, Suecia. Parlamentario − Dimitris Kodelas, Grecia. Parlamentario − Evangelos Diamantopoulos, Grecia. Parlamentario − James Manly, Canadá. Ex-parlamentario − Joel Opperdoes, Suecia − Charles Andreasson, Suecia − Daniel Särner, Suecia − Johan Uddebrant, Suecia − Anders Widell, Suecia − Herman Reksten, Noruega − Elazar Elhanan, Israel − Nils Sjøstrøm, Noruega − Velimati Koivisto, Finlandia − Jan Petter Hammervold, Noruega − Dror Feiler, Suecia − Kristian Svenberg, Suecia − Maria-Pia Boethius, Suecia − Reut Mor, Israel − Mika Jämiä, Finlandia − Laura Arau, Estado Español − Marco Ramazzotti Stockel, Italia − Yonatan Shapira, Israel − Mikhailis Tiktopoulos, Grecia − Begoña Zabala, Estado Español − Loukas Stamellos, Grecia − Evangelos Pissias, Grecia − Mattias Gardell, Suecia − Stellan Vinthagen, Suecia
La violencia que se encontró el Estelle y las pasajeras y pasajeros a bordo es solo un reflejo de la inherente violencia de las políticas de ocupación. No es realmente nada comparado con la situación en la que se encuentra atrapada toda la población palestina día a día desde hace más de cinco años.
La carga que hay a bordo del Estelle, donada o comprada con donaciones, sigue secuestrada en el puerto de Ashdod: dos olivos, 41 toneladas de cemento, sillas de ruedas, andadores, muletas, estetoscopios para asistencia al parto, libros infantiles, juguetes, 600 balones de fútbol, instrumentos y equipamientos musicales, equipamiento teatral, iluminación técnica, una radio VHF y también un ancla, que junto con la radio estaba dirigida a otro proyecto de la Flotilla, que construirá el Arca de Gaza.
Sin embargo, la carga más importante era la solidaridad y la determinación de trabajar para poner fin al bloqueo. La población de Gaza y su economía sigue sufriendo una situación de crisis humanitaria, pero no causada por una fuerza natural, como un huracán o terremoto sino por una ocupación militar y bloqueo que ahoga hasta el límite a más de un millón y medio de personas en lo que es constituye una inmensa cárcel al aire libre, donde gran parte de la población todavía depende de la ayuda internacional.
Siguen produciéndose respuestas y condenas de repulsa contra el secuestro del Estelle en todo el mundo, en el Parlamento Europeo, parlamentos estatales y otras instituciones políticas así como en medios de comunicación y redes sociales.
Demandamos de Israel y de los gobiernos que de momento mantienen un silencio cómplice con las políticas de ocupación en Palestina:
- La devolución del velero Estelle y su carga.
- Una reacción con determinación contra el violento ataque en aguas internacionales por parte de los gobiernos y la comunidad internacional.
- Por último, y más importante, demandamos el fin del bloqueo a Gaza. Esta forma de castigo colectivo debe acabar. No es aceptable ni posible construir seguridad o paz sobre la base del castigo. No es otra cosa sino un prolongado crimen contra la legalidad internacional y contra los derechos humanos.
Rumbo a Gaza
Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad