- Denuncian en una carta a Netanyahu y a la cúpula del Ejército que la población palestina está desprotegida ante los servicios de inteligencia
- Afirman que se chantajea a muchos con cuestiones como su orientación sexual o sus necesidades médicas para conseguir que informen
Ana Alba, Tel Aviv, 12/9/2014.- Soldados y oficiales --ya reservistas-- de la unidad de inteligencia más prestigiosa del Ejército israelí, conocida como 8200, han escrito una carta al primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, al jefe del Ejército, el general Benny Gantz, y al director de los Servicios de Inteligencia militar, el general Aviv Kochavien, en la que les informan de que se niegan a servir de nuevo en caso de que los llamen para cualquier acción contra los palestinos. Los 43 firmantes del texto rechazan "ser herramientas para profundizar el control militar en los territorios ocupados". Su opción podría costarles acabar en un tribunal militar y ser condenados a penas de cárcel.
"Nuestro servicio militar nos enseñó que la inteligencia es una parte integral de la ocupación militar israelí de los territorios. La población palestina bajo la ley militar está completamente expuesta al espionaje y a la vigilancia de la inteligencia israelí. Mientras hay severas limitaciones sobre la vigilancia de los ciudadanos israelís, a los palestinos no se les da esta protección. No hay distinción entre los palestinos implicados en violencia y los que no lo están. La información que se recoge y se almacena daña a gente inocente", aseguran los firmantes en su carta.
Esta es la primera vez que reservistas de la unidad de inteligencia militar rechazan servir de nuevo contra los palestinos, condenan la ocupación abiertamente y explican con detalles algunas de las acciones que realizaron durante su servicio militar y que consideran inmorales.
Reservistas de la unidad 8200
EL PERIÓDICO ha podido tener acceso a algunos de los testimonios de reservistas que han pasado por la unidad 8200. Unos han sido recogidos en entrevistas directas con firmantes de la carta, otros han sido facilitados a este diario por escrito. La mayoría de los reservistas solo quieren ser identificados con las iniciales de sus nombres o como "testimonios".
"La información recogida se usa con fines de persecución política y para crear divisiones dentro de la sociedad palestina, a través del reclutamiento de colaboradores. En muchos casos, los servicios de inteligencia impiden a los acusados recibir un juicio justo en los tribunales militares, ya que no se revelan las pruebas que hay contra ellos", explica un testimonio.
"Al contrario de lo que me esperaba, nuestra base incluía no solo datos de espionaje relacionados con la seguridad sino también información personal y política. No hay respeto por la privacidad de los palestinos", asegura otro testimonio.
"Cuando me uní a la Unidad de 8200, estaba muy motivado. Pasé un curso y me convertí en traductor de árabe (...) Pero las cosas empezaron a cambiar la operación 'Plomo Fundido' en Gaza. (...) En lugar de atacar los cohetes y almacenes de armas en Gaza, un día, la Fuerza Aérea de Israel atacó un desfile de oficiales de policía. Mató a 89 policías. Yo era un simple soldado, pero esta acción era para mi moralmente errónea y problemática. (...) El 1 de enero, la Fuerza Aérea atacó la casa de Nizar Rayan, un líder de Hamás en Gaza. Dieciocho civiles murieron en el bombardeo, la mayoría eran miembros de su familia. Al día siguiente, fueron atacados unos altos dirigentes del ala militar de Hamás, pero cuando se hizo evidente que las víctimas eran personas que no tenían nada que ver con ellos, se escucharon gritos de decepción en la sala de comando. No porque la gente hubiera perdido la vida arbitrariamente, sino porque no eran los que estábamos buscando", explica otro reservista.
Arruinar la vida
Otro subraya: "Si eres homosexual y conoces a alguien que conoce a una persona buscada --y necesitamos información acerca de ella--, Israel utilizará lo que sabe sobre ti y arruinará tu vida. Si necesitas tratamiento médico urgente en Israel o en el extranjero, Israel permitirá que mueras antes de dejarte salir para el tratamiento si no das la información que te exigen, por ejemplo, sobre un primo tuyo al que buscan".
"Los ciudadanos de Gaza no son diferentes, en este sentido, de los de Cisjordania (...). Todos los palestinos están expuestos a un control continuo del Gran Hermano israelí, sin ninguna protección legal y sin saber cuando pasarán a ser un objetivo para ser extorsionados, acosados o hasta heridos físicamente. Soldados que empiezan pueden decidir que cualquier persona es un objetivo para recoger información sobre ella. La noción de derechos para los palestinos no existe", denuncia otro testimonio.
Los firmantes de la carta han pasado por un largo proceso de reflexión, de consultas legales y de decisiones personales antes de lanzarse a redactar y mandar la misiva. A algunos les va a costar varias amistades o incluso la relación con su familia, ya que una gran parte de la sociedad los verá como traidores.
"Yo tuve un momento de 'shock' cuando vi la película 'La vida de los otros' sobre como la policía secreta de la Alemania del Este espiaba a sus ciudadanos (...). Me di cuenta de que el trabajo que llevé a cabo durante mi servicio militar era el del opresor", explica el reservista D, que sirvió ocho años en la unidad 8200.