Cualquier artista que venga en representación o avalado por la entidad sionista no es bienvenido, independientemente de la música que toque o del arte que exponga. La dignidad humana y los Derechos Humanos están muy por encima de una circunstancial actuación propagandística, utilizada por el sionismo para normalizar su estatus mientras oprime, roba territorios y agua al pueblo palestino, y hace todo lo posible por colonizar un territorio que no les pertenece, por mucho que lo haya dicho un dios.
No al fundamentalismo religioso