3.4.2017.- El movimiento islamista Hamás, que controla Gaza, ha modificado su carta fundacional para respaldar la creación un Estado palestino dentro de las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días de 1967, pero no reconocerá la existencia de Israel, según informaron anoche varios medios.
Hamás enmendó la cláusula 19 del acta constitutiva sobre la que se fundó en diciembre de 1987 y aseguró que este es un nuevo documento "sobre el futuro de la causa palestina", recogieron varias páginas web afines a Hamás con sede en Gaza y que se hacían eco de una información difundida originariamente por la televisión proiraní Al Mayadin, en el Líbano.
"Establecer un estado palestino independiente y soberano con Jerusalén como su capital en las fronteras del 4 de junio de 1967, con el derecho al retorno de los refugiados y desplazados, es una fórmula común de consenso nacional", reza el texto que no ha sido presentado de manera oficial pero que, de acuerdo a los medios, pronto se dará a conocer por el politburó del grupo en Catar.
Este documento, sin embargo, "no significa el reconocimiento de la entidad sionista (Israel) y nunca será una concesión de ninguno de los derechos palestinos legítimos".
Hamás, considerado por Israel, EEUU y otros países como organización terrorista, se impuso en las últimas elecciones parlamentarias celebradas en los territorios palestinos en enero de 2006, pero rechazó aceptar los requerimientos internacionales de reconocer la existencia de Israel, los acuerdos de paz o condenar la violencia.
Finalmente tomó el control del enclave por la fuerza en verano de 2007 tras semanas de enfrentamientos con las fuerzas leales al presidente palestino y líder del partido nacionalista Al Fatah, Mahmud Abás.
"Jerusalén como capital de Palestina. Este es un derecho estable sin concesiones", abunda el documento en el cual se añade que los islamistas "rechazan todos los acuerdos, tratados, iniciativas y otros proyectos de asentamientos dirigidos a eliminar la causa de Palestina".
La liberación "es la tarea del pueblo palestino, así como de las naciones árabes e islámicas" e insisten en que "resistir la ocupación es un derecho legal y la resistencia armada una elección estratégica".
El texto defiende el derecho al retorno de los refugiados palestinos, tacha de ilegal cualquier medida israelí "de ocupación, fundamentalmente, de construcción de asentamientos, la judaización de Jerusalén y la falsificación de los hechos" y asegura que el grupo establece la diferencia entre "judíos y sionistas porque nuestro conflicto es con los sionistas, no con los judíos".
Además, concluye que el islam "está contra todo tipo de fanatismo y extremismo religioso y racial".