El ministro de Defensa, Moshe Yaalon, brazo derecho del jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, y el de Educación, el nacionalista religioso Naftali Bennett, han dado órdenes para impedir el paso a los centros dependientes de su departamento a los miembros de Breaking the Silence (BTS). Se trata de una organización de veteranos del Ejército que recopila testimonios de militares sobre supuestas violaciones del código de conducta castrense. Su último trabajo, que ha generado una amplia polémica en Israel, documenta los relatos de decenas de militares en la guerra de Gaza durante el verano de 2014.
Los integrantes de BTS ya no podrán acudir a dar charlas a los cuarteles ni a los centros educativos. El titular de Educación, líder del partido Hogar Judío y principal dirigente del movimiento político de los colonos de Jerusalén Este y Cisjordania, considera que esa organización incita con “mentiras” a los ciudadanos contra el Ejército. Un portavoz de Breaking the Silence ha asegurado que Yaalon y Bennett han demostrado con su veto que solo parecen necesitar a los soldados como “carne de cañón para reforzar los asentamientos".
Las críticas a BTS desde los sectores más conservadores del Gobierno cobran fuerza tras la participación de la organización de veteranos del Ejército en un foro organizado por el diario Haaretz en Estados Unidos. El debate tuvo repercusión entre la influyente comunidad judía norteamericana y contó con la asistencia de miembros de la Administración. El propio presidente Barack Obama envío un saludo y un mensaje de apoyo mediante teleconferencia.
En el programa figuraban también el presidente de Israel, Reuven Rivlin, y el secretario general de la OLP, Saeb Erekat. Rivlin, considerado representante del ala moderada del partido Likud, que encabeza Netanyahu, ha sido cuestionado por sectores conservadores israelíes, por participar en el mismo foro que BTS, y ha recibido por duras invectivas en las redes sociales.
En paralelo, grupos como Breaking the Silence o B’Tselem son el objetivo de un vídeo difundido en la web por Im Tirtzu, movimiento encuadrado en el campo judío nacionalista. La grabación comienza con un acuchillamiento simulado para mostrar después las imágenes de cuatro responsables de organizaciones israelíes que critican la ocupación, a los que califica de ser “topos” de países europeos. “Son israelíes, viven entre nosotros, pero son unos topos. Mientras nosotros luchamos contra el terrorismo, ellos luchan contra nosotros”, dice el narrador en la cinta.
Uno de los responsables de ONG que aparecen en el vídeo, el director del Comité Contra la Tortura en Israel, Yishai Menuhin, ha denunciado ante la policía la campaña de Im Tirtzu. “Intentan acusar de no ser auténticamente israelíes a quienes no piensan como ellos. Defiendo la libertad de expresión, pero esta vez han cruzado una línea roja. Tengo miedo de sufrir un ataque tras la difusión del vídeo en la web”, aseguró.
Otro de los citados por su nombre en la campaña, el director de B’Tselem, Hagai el Ad, considera preocupante la acusación contenida en el vídeo. “La voz es la voz de Im Tirtzu, pero quien está detrás el Gobierno”, declaró a la radio israelí. B’Tselem documenta a través de una red de observadores las denuncias por violación de los derechos humanos que llegan a la organización.
El principal responsable de Im Tirtzu, Matan Peleg, dijo a la Radio del Ejército que “el vídeo no es violento, y no señala a nadie como un objetivo”. “Simplemente explicamos a la opinión pública el fenómeno de las organizaciones que operan con fondos extranjeros, de Gobiernos europeos”, puntualizó, “con el fin de presentar a los soldados del Ejército israelí de ser criminales de guerra”.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/12/16/actualidad/1450275942_126581.html