El establecimiento del Estado de Israel en 1948 se logró a través de la despiadada y bien planificada limpieza étnica de 750.000 palestinos. Esta lógica colonial de conquista, destrucción y expulsión continúa hasta el presente.
Hoy, alrededor de 1/3 de la población palestina vive bajo una brutal ocupación militar en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, y Gaza.
Israel ha robado tierras, construido asentamientos sólo para judíos, expulsado palestinos y arrinconado a otros en guetos rodeados por muros, torres de vigilancia y puestos militares de control.
12% de la población palestina vive dentro de Israel como ciudadanos de tercera clase. Son sometidos a un sistema de discriminación y leyes racistas que se define según la ONU como Apartheid.
La mitad de los palestinos vive fuera de Palestina como refugiados, con el derecho a regresar a sus hogares denegado.
En 2014 Israel llevó a cabo una de las más sangrientas masacres contra los palestinos en la sitiada franja de Gaza. Más de 2.000 personas fueron asesinadas, un cuarto de ellas, niños.
Israel es capaz de mantener su régimen de opresión sólo gracias al apoyo de gobiernos y corporaciones internacionales.
Cuando aquéllos que detentan el poder se niegan a actuar para detener esta injusticia, necesitamos una respuesta global de los ciudadanos para luchar junto a los palestinos por la justicia, libertad e igualdad.
En 2005 la sociedad civil palestina se unió en un llamado al Boicot, Desinversión y Sanciones, apelando a la lucha concertada y no violenta para aislar a Israel como se hizo con el Apartheid en Sudáfrica.
Llamamos a mantener un boicot hacia Israel hasta que cumpla con los mandatos del derecho internacional en las siguientes maneras:
Terminar la ocupación y colonización de tierras ocupadas en 1967
Reconocer la igualdad de derechos de los palestinos que viven en Israel
Respetar el derecho al retorno de los refugiados palestinos
El movimiento de BDS ha empoderado a las personas del mundo para realizar acciones efectivas contra Israel. Sindicatos, estudiantes, iglesias, académicos, personalidades de la cultura y movimientos sociales se han unido para generar un impacto.
Gracias al BDS, las empresas exportadoras israelíes se quejan que les es más difícil exportar sus productos, y acciones de grupos civiles han impedido el desembarco de buques israelíes en todo el mundo.
Uno de las grandes compañias exportadoras israelíes, Sodastream, blanco de la campaña de BDS, ha anunciado el cierre de una fábrica que opera en un asentamiento ilegal.
G4S y Veolia, dos enormes corporaciones que ayudan a mantener la ocupación israelí, han perdido contratos por billones de dólares como resultado del activismo y el boicot.
Ambas compañias debaten hoy sobre detener su papel en los crímenes de Israel.
Algunos gobiernos europeos están tomando medidas contra algunos aspectos de la ocupación israelí y varias asociaciones académicas de los Estados Unidos han respaldado un completo boicot académico a las universidades israelíes.
Destacados artistas y músicos han expresado su apoyo al boicot cultural, negándose a actuar en Israel.
Líderes de negocios y políticos israelíes han advertido que el boicot está llevando al aislamiento de Israel.
De hecho, el gobierno israelí reconoce la amenaza estratégica que el BDS representa para su régimen de opresión, usando enormes recursos para
socavar el movimiento.
Existe un miedo real en Israel a convertirse en el estado paria que una vez fue Sudáfrica.
La reciente masacre israelí de palestinos en Gaza, es un doloroso recordatorio que aún hay mucho por hacer.
Con tu apoyo podemos realizar campañas aún más efectivas y difundir la lucha por los derechos palestinos a una mayor audiencia. Por favor considera realizar una donación al Comité Nacional Palestino de BDS, la mayor coalición palestina que lidera el movimiento global.
Será una verdadera contribución a la lucha palestina por Libertad, Justicia e Igualdad.
Fuente: Palestinian National BDS Committee
Subtítulos y traducción en español: BDSChile.org y Palestinalibre.org
