6/4/14.- La muerte de Nelson Mandela nos recuerda que a menudo el primer paso hacia la resolución de un conflicto es la liberación de la cárcel de un líder nacional que tiene la autoridad de unir, negociar y y aportar soluciones.
Marwan Barghouti lleva en la cárcel desde el 15 de abril de 2002, cuando agentes de seguridad israelíes, fingiendo ser sanitarios de una ambulancia, le detuvieron a plena luz del día y se lo llevaron a Israel. En 2004, un tribunal israelí le sentenció como implicado en cinco asesinatos, algo que él niega.
A pesar de casi doce años entre rejas, Barghouti sigue siendo el político más popular de Palestina, capaz, según las encuestas más recientes, de vencer al presidente Mahmud Abbas o a su rival de Hamas, Ismail Haniya, si les disputara la presidencia.
Son muchos los que creen que podría salir de prisión, presentarse a las elecciones, alcanzar la presidencia, unir a las facciones palestinas, negociar un acuerdo, presentarlo a su pueblo, lograr su apoyo y dirigir un proceso de "verdad y reconciliación" en un país de independencia recién adquirida.
Con la liberación final de presos ligada a las conversaciones de paz que tendrán lugar el sábado [29 de marzo] y la conclusión de las conversaciones un mes después (el 29 de abril), este podría ser el gesto espectacular que acabara salvando a las negociaciones de concluir en un total fracaso. Abbas se ha ofrecido a prolongarlas un poco, pero sólo si se libera a Barghouti y a los otros 12 parlamentarios.
Hasta Shimon Peres declaró, mientras hacía campaña por la presidencia de Israel, que firmaría el perdón de Barghouti. En ese caso, la Knesset nunca aprobó su perdón debido a la vehemente oposición de ministros como Silvan Shalom, que afirmó: "Ni hablar de liberar a un asesino que tiene sangre en las manos y fue debidamente condenado por un tribunal".
Pero si ha de llegar la paz, Israel tendrá que reconocer que Barghouti era un líder político y no militar, que nunca llevó armas y que siempre se opuso a las acciones que tomaban como blanco a civiles israelíes, aunque defendiera el derecho de resistencia de los palestinos.
Se ha lanzado una campaña internacional para liberar a Barghouti y a los 4.227 presos políticos palestinos en cárceles israelíes. Campaña que apoyan todos los partidos del parlamento palestino, con Fatah y Hamas por una vez unidos, así como por la abrumadora mayoría de los palestinos.
El lanzamiento de la campaña tuvo lugar en la vieja celda de la cárcel de Mandela a cargo del veterano político sudafricano Ahmed Kathrada, que inició la primera campaña por la liberación de Mandela en la década de 1960, fue después encarcelado y pasó luego 18 años en Robben Island con Mandela.
Estará en Londres la próxima semana para apremiar a los parlamentarios británicos a que firmen la "Declaración de Robben Island" en apoyo de los presos palestinos, junto al arzobispo Desmond Tutu, John Bruton, antiguo taoiseach [primer ministro de Irlanda], Mairead Corrigan Maguire, premio Nobel de la Paz, la activista política Angela Davis y muchas otras personas.
Para los políticos británicos, debería ser fácil captar el argumento esencial a favor de su liberación. No sobre la base de que es inocente (aunque pueda serlo), o de que su detención fuera ilegal (casi con certeza lo fue) sino debido a que se encuentra en una posición única para negociar un acuerdo de paz.
Gran Bretaña encarceló a Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru en 1942, pero liberó a Nehru en 1944 y dos años más tarde negociaba la independencia de la India. Se convirtió en primer ministro de una India independiente en 1947.
En Kenia, Jomo Kenyatta fue enviado a prisión por los británicos en 1952 y liberado en 1961. Un año más tarde, los británicos negociaban con él la independencia y en 1963 se convertía en primer ministro de una Kenia independiente.
En Sudáfrica, Mandela fue liberado de la cárcel en 1990 y en cuestión de meses negociaba la independencia con sus captores. Sólo hicieron falta cuatro años para que pasara de la celda de prisión al palacio presidencial y nuestra esperanza es que Barghouti, que tiene 54 años, pueda hacer otro tanto.
Entre agosto de 2013, un mes después del inicio de las conversaciones, y febrero de este año, 34 palestinos han sido asesinados y 1.535, heridos (en ese mismo periodo ha habido tres muertes de israelíes y 53 han resultado heridos). Mientras tanto, las autoridades israelíes han aprobado 10.509 viviendas en asentamientos ilegales. ¿A alguien puede sorprenderle que los palestinos no quieran continuar las conversaciones de "paz"?
Puesto que se aproxima le fecha límite del 29 de abril, haría falta una iniciativa audaz por parte de los israelíes para demostrar que están interesados en la paz. Si liberan a Barghouti, el mundo reconocerá que son serios. Si se niegan, muchos sacarán la conclusión de que no lo son.
Martin Linton fue diputado laborista por Battersea entre 1997 y 2010 y periodista del Financial Times, Labour Weekly, Daily Star o el Guardian, y es director de Palestine Briefing,
Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=6824