22/8/2016.- El diario israelí Ynet ha informado de que una organización de colonos israelíes sin ánimo de lucro, Lev HaOlam (Corazón del Mundo), ha puesto en marcha una línea directa para que la gente proporcione información sobre activistas internacionales que apoyan al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). El principal objetivo de la línea es advertir preventivamente a las autoridades israelíes sobre la llegada de este tipo de activistas al territorio de Israel, para que puedan ser deportados.
Al parecer, cuando una persona llame a ese número, un representante de Lev HaOlam le hará preguntas como cuántos activistas ha visto el informante, qué hacían, cuáles son sus nombres, dónde viven y si han sido vistos usando cámaras o representando a alguna organización. Toda esa información se recogerá en un formulario de quejas, que podrá rellenarse en inglés o en hebreo. La línea funcionará cinco días a la semana.
Lev HaOlam tiene el propósito explícito de socavar al movimiento BDS, ya que fue fundada en 2012 «para ser la respuesta al BDS». Además de la línea directa, la organización «sortea boicots internacionales» para comercializar en el resto del mundo productos hechos en los asentamientos israelíes. Lev HaOlam tiene su sede en uno de ellos, Shilo, en Cisjordania.
El movimiento BDS, por su parte, aboga por el boicot, la desinversión y las sanciones al Estado de Israel así como a las empresas que colaboran con el mismo, hasta que Israel respete los derechos de los palestinos y las leyes internacionales.
Haciéndose eco de la afirmación del ministro de Seguridad Pública Gilad Erdan, que dijo que los activistas del BDS reúnen información en territorio israelí para «deslegitimar» e «incitar» contra Israel, Nati Rom, director ejecutivo y fundador de Lev HaOlam, señala: «Esta es una iniciativa civil, cuyo objetivo es localizar a activistas que llegan aquí como turistas e intentan dañar al proyecto sionista sobre el terreno».
«La línea directa para informantes es esencialmente una respuesta al llamamiento de Erdan», reconoce Nati Rom.
El 7 de agosto, Erdan y el ministro del Interior, Arye Dery, anunciaron la creación de un grupo de trabajo conjunto para deportar a los internacionales que apoyan al BDS desde el interior del territorio controlado por Israel. Dicho grupo, no obstante, debe definir aún «los parámetros bajo los cuales un activista extranjero será marcado para su deportación o se le prohibirá la entrada», así como «las bases legales que se requerirán para ello».
A pesar de la inexistencia de criterios que permitan al gobierno determinar la deportación de activistas internacionales del BDS, Lev HaOlam se compromete a transmitir al grupo de trabajo todo lo que llama «material relevante» obtenido de las entrevistas en la línea directa.
Ese mismo domingo, Erdan intentó incitar directamente a los ciudadanos israelíes a denunciar a activistas internacionales del BDS en su página de Facebook, en la que escribió: «Si tiene usted información sobre cualquiera que pretenda ser un turista y sea en realidad un activista BDS, díganoslo y lo expulsaremos del país».
Abdulrahman Abunahel, portavoz del Comité Nacional Palestino del BDS, criticó en un comunicado el nuevo grupo de trabajo de Erdan:
«Tras fracasar en el intento de contrarrestar o incluso suavizar el impacto que tiene el BDS en el aislamiento de su brutal régimen de opresión, Israel se está quitando la máscara. Está revelando al mundo su verdadero rostro de Estado paria, belicista y despiadado, que recurre a las mismas herramientas represivas que utilizó la Sudáfrica del apartheid en su última etapa, antes de su colapso final.»
A principios de agosto, la activista suiza Rita Faye fue deportada desde el aeropuerto Ben Gurión. Poco después, Israel expulsó a cinco activistas estadounidenses que intentaban entrar en el país.
Traducción: Daniel Gil, http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=61893
Fuente: YebusPuntoNet